- Pagar la luz.
- Ir al DF para pedir el duplicado de bachillerato porque necesito redocumentar mi maldita vida.
- Resistir el embate de las deudas.
- (De milagro estás aquí, mae. Las deudas iban a suceder. Trata de ser menos severo contigo, un día a la vez, como cuando estabas en la silla, ¿recuerdas?).
- Pasar mi libro de ensayos de videojuegos a Day One para continuarlo desde ahí.
- Construir un árbol monumental en Minecraft.
- Que me la succifixen tenecorosamente (!).
- Construir muchos árboles en Minecraft.
- Generar diversos motivos de decoración aleatorios para rellenar los espacios liminales que he construido en la mina de la melancolía.
- Subir mis últimas dos reseñas de juegos. Steam me da likes y presencia. Mi validación gamer está completa. Soy ACTO III. Esta es mi última transformación.
- Preparar mi siguiente libro de cuentos. Ya tengo algunos; lo pasaré a Day One.
- Encargar las cintas a don Manitas para que mi colección de niñerías tenga un lugar decente.
- Procurar las estructuras de poder a mi alrededor. Quíhubo.
- Tener una vida plena (?).
- Elegir los caminos de la destrucción. Siempre.
- Aprender a escribir. Otra vez.
- Alejarme del chismecito; es muy sabroso, pero puede ser letal. Cualquier libro de Agatha Christie explica esto.
- «El rey león no es Hamlet». Me quedé pensando que debía decirles esto en mi clase de guionismo, pero al final no lo hice.
- La clase de ASE fue muy gratificante, aunque me reservo mis pensamientos para mi querido diario.
- En mi clase de narrativa de videojuegos todos están escribiendo. Me gusta mucho el sonido de sus teclados.