Uso de inteligencia artificial para la escritura de una novela ligera

En mi canal de instagram, el lugar donde dejo una que otra nota y recomendaciones, compartí que estoy escribiendo una novela. Me puse una regla sencilla para escribirla: debe tener la extensión aproximada de una light novel japonesa. Eso se traduce en una extensión de 40,000 a 50,000 palabras por tomo.

Otros criterios: debe ser fantástica. He tomado inspiración de Jobless Reincarnation, Solo Leveling y Vampire Hunter D. Me encuentro leyendo esta serie de novelas para tratar de seguir una estructura similar, aunque soy malo para una cosa muy específica que los caracteriza. Me cuesta trabajo el fan service y los personajes loli.

Ew.

Aunque escribir sobre uno que otro kink no me cuesta trabajo (ya no se les llama perversiones, no kink shaming. Estamos en un safe space. Sus. Slay. Devoramos).

Desde hace años he querido escribir una continuación de La torre de los sueños y curiosamente, la novela que escribo me ha permitido explorar el futuro lejano de ese mundo. O eso parece. Todavía es muy temprano para decirlo. En estas épocas cuánticas y multiversales, donde se nos hace muy fácil construir universos alternativos, no descarto esto como una posibilidad.

En algún momento, hace no sé cuántos años, quise escribir esa segunda parte a través de la perspectiva de un personaje: Spudnik Pollodux. A menudo pienso en ella, pero no me he animado a continuar su historia. Spudnik es una borracha, le gustan los juegos y las apuestas (sobre todo, le gusta apostar con su propia vida), blande un enorme martillo para destruir monstruos, bestias mágicas y rufianes, y no cree en dioses más allá de sus propios medios.

En mi novela también hay cactos y cuervos, porque parece estoy condenado a perseguir sus espinas y sus alas toda la vida.

Ya llevo alrededor de 20,000 palabras. Estoy muy contento con mi ritmo de escritura. Y curiosamente, parte de ello se lo debo a la inteligencia artificial. Hace unos años, comencé a usar el servicio de NotebookLM para tener un cuaderno de notas sobre la carrera de psicología social que estoy estudiando. Es una cosa muy útil para mantener una cronología además de ciertos conceptos en el formato gringo por excelencia: los bullet points. No te ahorra el trabajo de pensar, pero te ahorra el trabajo de consultar tus propias notas y organizar algunas ideas. A diferencia de otros modelos de lenguaje, puedes afinarlo para que maneje una variedad de temas escogido por ti, encontrar una relación (si la hay) y mantenerlo enfocado.

Un ejercicio que hice, por ejemplo, fue subir libros gratuitos sobre varios temas (cuentos clásicos, bestiarios, esoterismo) de la gutenberg para probar algunos prompts. Cuando los libros tienen puntos en común, se volvía fascinante pedirle cronologías y mapas mentales para acompañarlos.

Desde que empecé a interactuar con NotebookLM, me hice la tarea de hablar con inteligencias artificiales para ver cómo pueden facilitarme la vida. Sí es, quizás, adictivo que estos constructos puedan responder instantáneamente tus dudas y tratarte con una amabilidad artificial, una gentileza superficial y programada que puede ser el curita que necesitas cuando estás herido. Parece haber un peligro de formar un vínculo con estas cosas (salió un estudio por ahí, los usuarios habituales de ChatGPT ya lo estiman como un amigo y lo extrañan insanamente cuando no está). Igual que con las redes sociales, percibo que el problema está en que construyes una cámara de eco y terminas dialogando contigo mismo, pero en una versión disminuida. Otro monstruo más del que debernos cuidarnos en el internet.

Como un juego, empecé a usar Deepseek y Gemini para construir escenarios, personajes, descripciones. Copio los textos y los destazo porque suelen estar horribles, plagados de adjetivos y lugares comunes. Ya pelón el texto, me pongo la tarea de ampliar la idea. Mirando el trabajo como una corrección, me ha parecido sencillo reescribir y escribir. Uso la inteligencia artificial como a este muchacho estúpido y sobradamente cursi al que debo educar (sí, puede ser un power trip). Las inteligencias artificiales tienen una memoria inestable (especialmente su versión gratuita), no es útil para escribir el viaje de personajes específicos, pero ha servido para ver un panorama general.

Pensé, entonces, que si el problema es la memoria… NotebookLM podía hacerse cargo de eso. Subí los borradores y las notas que tenía sobre mi novela, y dejé que se pusiera a trabajar. El modelo de lenguaje se convirtió en un experto del mundo que estaba creando. Le pedí una cronología de mis personajes, los cabos sueltos, los momentos que podrían ser interesantes de abordar en siguientes capítulos y Notebook ha respondido favorablemente. Otras veces pienso: “ah, eres tonto, nada qué ver, de eso no se habla” y tengo ganas de pegarle con un bat de béisbol, pero no es terrible. NotebookLM es como tener una bitácora automatizada de mi proceso de escritura. Juntando este proceso, con el de Deepseek y Gemini, es como tener tres diablos que me hablan en los hombros y sugieren cosas, y entonces tengo qué escoger cuidadosamente a quién hacerle caso.

Para añadir un poco de caos a la fórmula, en otro cuaderno aparte subí mis bestiarios de juegos de rol. Y le pregunto al experto de criaturas fantásticas sugerencias de lo que podrían encontrar los personajes en su viaje. Lamentablemente, no es muy creativa y carece de un espíritu azaroso, normalmente ronda sobre las mismas criaturas o repite los generales, o no alcanza a comprender la pregunta del todo. Pero ha servido cuando puedo ser específico: “dame seis criaturas que rondan el abismo”, o “tres criaturas que pueden vivir en el otro lado del espejo”. Ya teniendo sugerencias, hago ajustes, cambios, y las incorporo en el mundo.

NotebookLM tiene una graciosa, entretenida, y muy terrible, función. Das un click, y te genera un podcast sobre los materiales que subes. Está en inglés. Las voces, un hombre y una mujer, tienen emoción a diferencia de otras generadas por IA; es más fácil caer en su engaño. Usaba esta función para escuchar puntos muy generales sobre materiales académicos, lo hacen entretenido y con las inflexiones, es más fácil prestar atención. Sin embargo, cuando lo usé con mi propio trabajo, me sentí un poco… extraño. El epítome del narcisismo. Por eso formas vínculos con esas cosas: hablaban de mi trabajo de una manera tan dulce, que pensé estaba escuchando a un par de amigos que me querían mucho.

Patético, y gracioso, y trágico. El futuro de la humanidad (una parte, al menos) conectado con estos anticipadores, estas ilusiones maestras obsesionadas por complacerte.

Pero más allá del comentario fatalista, también creo que es fascinante. Y que su potencial es magnífico.